La fachada ventilada fue hábilmente instalada en perfecto alineamiento con el muro cortina (piel de vidrio), otorgando un aire de sofisticación majestuosa y manteniendo una estética minimalista y elegante.
En 2015, Marriott, la cadena hotelera estadounidense, decidió invertir en hoteles ubicados en Río de Janeiro como parte de una estrategia motivada por la realización de los Juegos Olímpicos en la ciudad. La decisión fue utilizar una fachada ventilada en un hotel situado en Barra da Tijuca.

Durante la fase de construcción, uno de los desafíos más complejos enfrentados por el equipo de ingeniería fue la corrección de grandes desajustes originados por desvíos en la estructura original. La fachada ventilada no solo era técnicamente exigente, sino también estéticamente sofisticada. La superficie curva de la fachada necesitaba estar perfectamente alineada con el muro cortina (piel de vidrio), creando una simbiosis entre funcionalidad y diseño. Este alineamiento requería una precisión extrema, ya que cualquier discrepancia podría comprometer su estética.
Casi diez años después, la obra continúa cumpliendo su función original con la misma eficacia y elegancia, confirmando que la dedicación a la calidad da frutos duraderos.